Si todavía piensas que el clítoris es solo ese “pequeño botón” que está ahí arriba, toma tu café (o vino) y acompáñame a descubrir un universo entero que tal vez ni siquiera sabías que existía en tu propio cuerpo.
Sí, el tamaño del clítoris influye en la sensibilidad. Pero no te preocupes, esto no tiene nada que ver con lo correcto o lo incorrecto. Es solo biología y autoconciencia.
Clítoris pequeño vs. clítoris grande: ¿cuál es la diferencia?
Como cualquier otra parte de nuestro cuerpo, el clítoris varía de una mujer a otra. Algunas lo tienen más visible, más grande o más expuesto, mientras que otras lo tienen más pequeño o más protegido.
Pero la verdadera pregunta es: ¿cuál es más sensible?
Los clítoris más pequeños tienden a ser más sensibles, ya que suelen estar menos cubiertos por el capuchón clitoriano (esa pequeña porción de piel que protege el glande). Con menos "protección", el contacto directo con los estímulos puede resultar más intenso y, en algunos casos, incluso incómodo si no se maneja con cuidado.
Los clítoris más grandes suelen tener más tejido cubriendo el glande, lo que puede hacer que las sensaciones se sientan un poco más "filtradas". Esto no significa que no sean sensibles, sino que podrían necesitar diferentes tipos de estimulación, como una presión más constante o firme.
¿Pero qué pasa con el prepucio del clítoris? ¿Tiene importancia?
¡Por supuesto! El capuchón del clítoris actúa como una capa protectora. Ayuda a regular la sensibilidad y protege el glande de la fricción constante.
En las mujeres con el capuchón más estrecho, el clítoris permanece más “oculto” y la estimulación directa puede incluso resultar incómoda.
Por eso, conocer tu clítoris y tu capuchón clitoriano es el primer paso para descubrir qué te produce placer.
Consejos para una estimulación del clítoris o de la boca más placentera (y respetuosa):
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Menos es más (al principio):
Si tú o tu pareja tienen un clítoris pequeño y sensible, tómenlo con calma. Una estimulación intensa de inmediato puede ser excesiva. Usa la lengua, los dedos o un vibrador con movimientos circulares suaves. -
Para clítoris más grandes, mantenga el ritmo constante:
Los clítoris más grandes pueden requerir más presión o movimientos constantes. Los vibradores con pulsaciones firmes, succión o movimientos repetitivos pueden ser excelentes aliados. -
Sea cuidadoso con la capucha:
¡No vayas directo al glande! Estimular la zona circundante, aplicar una ligera presión sobre el capuchón o jugar con él suavemente ya puede ser una experiencia increíble. -
¡La lubricación lo es todo!
Independientemente del tipo de clítoris, la lubricación (natural o con un buen lubricante) reduce la fricción y aumenta el placer. ¡La piel del clítoris es súper delicada! -
La comunicación es clave:
Pregunta, observa, escucha. Cada mujer siente las cosas de forma diferente, y eso puede cambiar con el tiempo, el ciclo menstrual o el estado de ánimo. El secreto está en descubrirlo juntas.
Conclusión: Conocer tu clítoris es un acto de amor propio (¡y de placer también!)
Comprender cómo funciona tu clítoris te empodera. No solo mejora tu vida sexual, sino que también te ayuda a conectar con tu sexualidad de forma consciente y plena.
Así que la próxima vez que alguien diga que "todos los clítoris son iguales", lo sabrás: no es del todo cierto. Y no pasa nada, porque el mayor placer es el que honra tu cuerpo único.
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